1 Samuel 30:1-6
Todos estamos de acuerdo de que existen momentos en la vida donde las personas necesitan fortaleza y motivación para seguir adelante. Eso no debe ser una sorpresa, ni debe percibirse como una debilidad o falta de madurez espiritual, sino como la oportunidad perfecta para ser servidos, y todos lo necesitamos en algún momento.
El Rey David, durante un tiempo en que su familia, su pueblo y sus pertenencias habían sido tomadas en cautiverio, quedó en un estado de profunda angustia. Esta expresión habla de causar o presionar a alguien hacia un estado de angustia, ya sea tristeza, ansiedad o dolor (incluyendo el dolor emocional).
Pero ¿dónde encuentras fortaleza y motivación?
En un escenario perfecto, habrá personas, lugares y cosas que sirven como tu ambiente de ánimo y motivación. Mas sin embargo, siempre que te encuentres en los calzados del Rey David, cuando en momentos de gran necesidad todo lo demás se te es quitado, tu entorno ya no parece tan prometedor y tu futuro no parece optimistamente brillante, ¿De dónde sacas las fuerzas y motivación? 1 Samuel 30: 1-6 señala no hacia un lugar, sino mas bien hacia la Persona correcta, ¡El Señor Dios!
Para el Rey David, cuando buscó por todas partes la motivación que necesitaba, sin haber encontrado ninguna, se volvió hacia Aquel que siempre está listo para levantarte, Él es tu oportuno socorro —- “Mas David se fortaleció en el Señor su Dios. “ La palabra fortaleció, se refiere a que El Señor puede hacerte fuerte, valiente, animado y restaurado en Su paz en tiempos de gran angustia.
Independientemente de cuándo y/o la fuente de tu angustia, recuerda siempre que El Señor tu Dios quiere animarte, fortalecerte y darte paz, ¡Shalom!
Apostolico – Pastor Korvaichei Hernandez
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